El señor Manfred Gaulhofer presidente del jurado, dio a conocer el nombre de la ciudad europea que será Capital de la Cultura 2016..y se armó la de dios! Gran revuelo en “mucha” España y en especial en algunas de las ciudades que competían para la designación.
Mientras tanto en San Sebastián se celebraba la decisión con unanimidad de todos los partidos, unanimidad poco frecuente en el País Vasco y en general en España.
Tras las Elecciones Municipales, con desencuentro entre los demás partidos, la coalición Bildu se había hecho con la alcaldía Donostiarra. Esta nueva situación en la alcaldía la conocían los representantes de las demás ciudades competidoras, es a partir de entonces y hasta el acto de designación cuando deberían haber expuesto los argumentos contra la idoneidad de que San Sebastián pudiese ser la ciudad designada, o incluso fuese sin duda inadecuada. Si quienes actualmente gobiernan el ayuntamiento son anti demócratas, no representan a España, es una coalición contaminada por pro etarras, si la candidatura de Donostia está contaminada por la política, si…, todo eso era exactamente igual antes de la designación. Lo que sucedió es que parecía que la nueva circunstancia perjudicaba a la candidatura y probablemente muchos descartaron por ello su posible elección, pero resultó no ser así.
Si alguien se toma la molestia de echar un vistazo al proyecto de Capitalidad Cultural 2016 de San Sebastián podrá observar que en el mismo está explícita la voluntad política de pacificación y convivencia y en ese proyecto no participó Bildu, es un proyecto creado y apoyado por los concejales anteriores a las últimas elecciones y técnicos elegidos por ellos.
El título de presentación del proyecto no engaña:
CULTURA PARA LA CONVIVENCIA.
“…,como respuesta a conflictos y demandas sociales actuales”
“El año comenzará con Tambores de Paz…”
“…,se abrirá la gran exposición Tratado de Paz”
Por qué entonces ese escándalo por las frases del presidente del jurado?
“…el esfuerzo de la ciudad para superar su historia de violencia, su designación puede contribuir al cese de la misma.”
Desde luego no me parece que sean unas palabras como para escandalizar a nadie. Bendito deseo!
